Con motivo del 19 de mayo, especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hacen un llamado la sociedad a estar pendientes de esta enfermedad que se deriva de una infección viral que produce la inflamación del hígado, la cual es prevenible si la población mejora sus hábitos de higiene y de alimentación en su vida diaria.
Durante 2010, la institución atendió a 321 casos por dicha enfermedades, además se tiene registro de las cuales son 133 de hepatitis A, 73 de hepatitis B y 115 de hepatitis C, de este último virus se han registrado dos muertes, las víctimas fueron una mujer en el grupo de edad de 45 a 64 años y un hombre joven menor de 24.
Los especialistas detallaron que las hepatitis A, B y C se transmiten por diferentes motivos y presentan diversas sintomatologías. Comentaron que la hepatitis A se contagia por vía oral y fecal, generalmente por agua contaminada, al lavar frutas y verduras con esta agua o ingerir mariscos de aguas pantanosas; los síntomas que se presentan son fiebre, náuseas y molestias en el estómago, pérdida del apetito, dolor en la parte alta del abdomen e ictericia (color amarillo de la piel y del ojo).
La hepatitis B se transmite por contacto directo con sangre contaminada, ya sea transfusiones con sangre infectada o por agujas compartidas o reutilizadas, también se transmite de la placenta al feto y durante las relaciones sexuales sin protección. El paciente además de presentar los síntomas del virus tipo A, mostrara dolores musculares y de cabeza, gripe y artritis.
El virus tipo C se contrae por medio de la sangre, transfusiones o agujas infectadas. La mayoría de estas personas tienen algún daño en el hígado, pero muchas no se sienten enfermas; pueden desarrollar cirrosis y falla hepática, que pueden tardar muchos años en desarrollarse y ocasionarle la muerte. Es importante resaltar que tener varias parejas sexuales sin protección también es un factor para el contagio.
Cuando los pacientes llegan a las unidades médicas y hospitalarias, el Seguro Social realiza análisis clínicos y estudios de sangre para ver el funcionamiento del hígado, descartar otras enfermedades y comprobar que tipo de hepatitis está afectando al enfermo, mediante verificar la existencia de marcadores tumorales, sustancias que se encuentran en cantidades anormales en pacientes afectados y se brinda el tratamiento necesario para recuperar su salud.
por Elizabeth Vargas - Ensenada - 16 de mayo 2011 - Nota completa